Nació en Corme-Porto el 17 de Octubre de 1886 y murió en Caracas 18 de Mayo de 1968.
La vida del capitán Mosqueira Manso deja pequeña la de cualquiera aventurero del cine. Ictiólogo, cartógrafo, biólogo, historiador y marino. A Mosqueira Manso debemos la honra, en pleno siglo XX, de que muchos de los mapas realizados por vez primera en Venezuela y en la República Dominicana llevaran la firma de este ilustre cormelán.
Estudioso de las tortugas del Orinoco, su trabajo sobre las tartarugas arrau (podocnemis expansa) y el descubrimiento de las tortugas albinas, hoy, medio siglo después, continúa a ser de gran valía para los estudios de estos reptiles.
Este breve umbral da fe del asombro que genera la figura de José María Mosqueira Manso entre las personas que se acercan a ella.
La vida fuera de su natal Corme para José María Mosqueira comenzó cuándo cumplió los 8 años. A esa edad marchó con sus padres hacia Santiago para ingresar en el seminario, en el que pasó cinco años.
Pero lo que deseaba el chaval José era el mar, y tanto lo deseaba, que su padre lo embarcó en un pequeño barco de vela que solía viajar hacia Gijón desde la pequeña villa marinera de Corme, y así comenzó la carrera marítima de este hombre de letras, mares, microscopios y mapas llamado José María Mosqueira Manso.
Mosqueira ingresó en la Escuela de Náutica y, al finalizar sus estudios, embarcó en un barco de tres mastros que desplazaba 300 toneladas, barco sin igual en la pequeña villa de Corme.
Embarcó como ayudante, con el deber de hacer en el mar 200 días de vela y otros tantos de vapor para tener derecho a hacer la prueba de piloto.
Su primer viaje de altura fue desde la Guinea Española hasta la República Argentina. 109 días a través del océano. El viaje desde Fernando Poo hasta Buenos Aires se prolongó debido a la ausencia de viento; sin embargo los ayudantes como Mosqueira, se alegraron, porque esos días eran "días de mar" y a ese paso enseguida podrían examinarse para ser pilotos. Después quedaban los días de vapor, mas por aquellas fechas interesaban más los barcos de vela que los de vapor.
Para ser capitanes, aún quedaban muchos días por viajar por el mar. José Mosqueira Manso fue capitán de la marina mercante a los 25 años, casó ese mismo año con Honorina Vecino, y tuvo su primer hijo, Manuel, el año siguiente y otro más, Francisco, a los 21 meses de celebrado el matrimonio.
Su primer libro fue Él Patrón de Cabotaje. Pasan algunos años, y Mosqueira Manso es capitán con mando. Ocupa varios cargos oficiales como ayudante militar de marina en Viveiro y Ortigueira.
Estudió la fauna del litoral sahariano contratado por un consorcio pesquero privado publicando tres cartas de pesca de España, una de carácter general, Costas sur española y portuguesa hasta Cabo Blanco del Sur (África) y dos particulares: Caladero de Cabo Jubi (África) y Caladero de San Vicente (Portugal).
Empezó a compaginar a navegación con escritos de carácter divulgativo y científico en revistas especializadas de Vigo y en Vasconia Industrial y Pesquera de Donosita en 1929.
Su trabajo Biología de la Merluza, sus variaciones sexuales, su pesca, fue premiado por la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa con el primer premio en concurso abierto en 1935.
Mosqueira Manso había dejado la navegación, desde 1931, fecha en la que obtuvo el título de oficial de la Reserva Naval Española, pasando a ser capitán de puerto en Sevilla y subdelegado marítimo y de pesca de Santa Uxía de Ribera. Estando en Ribera explotó la guerra.
Mosqueira pertencia ideológicamente, aunque no militaba en ningún partido ni tenía ningún cargo político, al bando republicano. Decide abandonar la lucha fratricida y aceptar las ofertas laborales que desde hacía años había recibido de la República Dominicana; ya entonces, deprimido por la guerra y la muerte de su compañera, marcha hacia el exilio, del que nunca jamás volvería.
Mosqueira Manso es un tatuaje de Venezuela. Su huella en la cartografía, en la biología marina o incluso como guía de Camilo José Cela, que retrató a Mosqueira en la Catira, dan una imagen de la importancia de este cormés universal.
En alto del río Orinoco descubrió y catalogó mejillones gigantescos. Dentro de los descubrimientos naturales, tenemos el que hizo de las tortugas albinas.
Las tortugas arrau (podocnemis expansa) del Orinoco, cuándo llegaba la época de poner los huevos, dejaban las aguas del Orinoco y subían por la playa bastante para que las subidas del río no alcanzaran sus nidos pero, así mismo, no iban demasiado lejos para que las pequeñas tortugas tuvieran tiempo de alcanzar el agua cuándo salieran del huevo.
El capitán Mosqueira era miembro de la Sociedad de Ciencias Naturales de Lasalle. Pronto hubo movimiento entre los científicos, y la prensa habló de las tortugas descubiertas por Mosqueira.
Su amor por el Orinoco y las tortugas "Arrau" (Podocnemis expansa), le hizo pensar que lo mejor que podía hacer en su vida era permanecer a las orillas del río Orinoco, con su metro, su báscula y su magnífico reloj y con el cariño de los indios que le ayudaban, tan afectivos, tan humanos y tan bondadosos.
De esta época, 1943, son sus trabajos Superfície y profundidades del Río Orinoco y los mapas ilustrativos, el libro Ostras y perlas de Margarita así como cientos de escritos en periódicos y revistas de España, República Dominicana y Venezuela.
Los exiliados republicanos tenían muchos problemas con su desarrollo como colectivo en Venezuela. Lo tenían antes de llegar, su llegada había sido traumática, pero aun así, una vez en Venezuela, intentaron organizarse en centros colectivos.
El gobierno venezolano no daba la autorización para que ellos pudieran asociarse, pues consideraban que eran peligrosos por sus ideas izquierdistas, y la ley prohibía taxativamente las actividades políticas de los extranjeros. La Casa de España (republicana), Centro Basco (Caracas ko Eusko Etxea) y el Centro Canario fueron las primeras organizaciones permitidas con la prohibición expresa de cualquier actividad política en suelo venezolano y una estricta vigilancia por parte de las autoridades.
Mosqueira Manso, junto a una docena de gallegos de carácter progresista, fundó, el 9 de febrero de 1945, el Hogar Gallego.
Biografía de Xurxo Martínez Crespo
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