San Adrián de Corme
Parroquia de 8,1km2 repartidos en siete entidades de población: Aldea, Costa, Escobia, Froxán, Gondomil, Guxín y Roncudo. Tiene, según el padrón municipal de 2007, 389 habitantes repartidos de la siguiente manera: Aldea (195), A Costa (47), Escobia (32), Froxán (20), Gondomil (14), Guxín (74) y O Roncudo (7).
San Adrián de Corme fue un curato de presentación real, junto con la feligresía de Corme-Porto, la más importante de todo el municipio. Cerca de esta parroquia, en Gondomil, se encuentra la Pedra da Serpe, de discutida cronología, y relacionada con cultos ancestrales prerromanos. La iglesia parroquial data de finales del siglo XVIII, y vino a sustituir a la primitiva iglesia de San Hadrián en las ruinas de la cual se encontraron antiguas sepulturas. La planta de la iglesia es de cruz latina, junto con la sacristía que fue adosada posteriormente. La decoración de la portada principal es posterior, rompe con la tradición barroca de la zona, encuadrándose su origen en un barroco avanzado. A modo de medallones presenta en la fachada posterior las inscripciónes referentes a Jesús y la Virgen María. En la fachada principal hay una esbelta espadaña de dos huecos. Toda la edificación está realizada en fábrica de mampostería, excepto en los esquinales construidos con cantería regular.
Poco antes de llegar a la villa de Corme hay una carretera a mano izquierda que se dirige a la playa da Ermida y a la aldea de Gondomil, donde se encuentra la conocida Pedra da Serpe.
En un cruce de caminos, sobre una piedra, aparece el relieve de una serpiente con alas, de la que no se sabe con exactitud la época en la que se hizo. Unos historiadores defienden que es prehistórica, mientras que otros dicen que puede ser de la época romana o posterior, aunque el motivo que representa sea anterior al cristianismo; lo que nos demuestra que la pervivencia de los cultos paganos en Galicia se prolongaron hasta muy tarde.
Esta piedra nos evidencia la existencia en esta zona de un culto precristiano a las serpientes, relacionado, según algunos historiadores, con la llegada de los celtas, que tenían como símbolo heráldico la serpiente.
El historiador romano R. Festo Avieno (siglo IV d. de J.), cuenta que los oestrimnios (antiguos habitantes de Galicia), fueron expulsados por una invasión de serpientes (en alusión a los celtas), pasándose a llamar esta parte de la península, Ophiusa.
La cristianización de esta zona se le atribuye a San Hadrián, que, según cuenta la leyenda, había una invasión de serpientes, de manera que la gente no podía habitarla. San Hadrián, que se encontraba predicando por allí, golpeó fuertemente con el pie en el suelo, desapareciendo aquella terrible plaga. Todas las serpientes fueron a cobijarse debajo de aquella piedra, quedando una de ellas petrificada en señal de este hecho.
Como símbolo de la cristianización de este lugar se le puso una cruz arriba.
En esta misma desviación que conduce a la Pedra da Serpe está la playa da Ermida y la pequeña isla da Estrela, donde hubo un castro y más tarde se levantó una capilla dedicada a la Virgen da Estrela, que dio nombre a la isla y a la playa.