Los hermanos Moreira son otros hijos de la emigración que dio nuestro país en el siglo XX. La familia tiene sus orígenes en San Eleuterio de Tella. Los padres de estos artistas del acordeón tuvieron siete hijos, seis de ellos varones. Su prole fue emigrando a América y escogieron la ciudad de Buenos Aires como punto de llegada.
Pedro y Manuel Moreira comenzaron a realizar actuaciones como acordeonistas en Galicia, en su primera formación contaban con tres acordeones y una batería, pero sería en Argentina donde desarrollaron prácticamente toda su actividad y, sobre todo, en la capital y poblaciones cercanas. El amplio numero de emigrantes gallegos eran los receptores fundamentales de su arte y los Moreira fueron considerados los intérpretes de acordeón más singulares de aquella época. A la hora de registrar la música prescindieron de incorporar la batería, instrumento que se comenzó a asociar a la primera onda de rockeros argentinos de la década de los 60, y decidieron apostar por una formación más tradicional y popular, seguramente, como indica Norberto Pablo Cirio, para no perder de vista que los potenciales consumidores de su música podían hallar la presencia de esa potente percusión como algo extraño y, en cierta medida, ajeno y eso podía afectar su imagen entre el público. En sus trabajos mezclan piezas instrumentales con temas cantados, en los que contaban con la colaboración de Ernesto Bermúdez, Xosé María Dans y su hermano Santiago Moreira.
Como curiosidad hace falta subrayar que esta formación artística tuvo bastantes nombres diferentes a lo largo de su andadura musical, entre ellos Hermanos Moreira y su conjunto gallego, Conjunto de acordeones Hermanos Moreira y sus vocalistas, y Conjunto de acordeones Moreira.